Trotenkaza

El helado de ayer y hoy

Esto que pasó lo contaré como si hubiera pasado hoy, solo para simplificar las cosas, pero en realidad pasó hace ya unos días.

Saliendo del trabajo, me animé a comprar un helado. Siempre paso por un lugar dónde venden helados, mas nunca he comprado uno ahí.

Entonces, me animé a comprar un helado de dos bolas. Pedí los sabores más comunes y que más me gustan: fresa y vainilla. No esperaba mucho la verdad, solo quería un helado.

Al probarlo, fue lo mejor del mundo. No recuerdo haber comido un helado tan rico hace meses. Y estuve bien feliz, después de todo, a quién no le gusta el helado.

Entonces, al día siguiente, quise repetir esa misma experiencia. Probar ese helado que me sorprendió tanto en la primera impresión. Saliendo del trabajo, fui y compré un helado de vainilla y fresa, y muy emocionado, lo comí.

Sin embargo, no fue tan increíble como el día de ayer, y sentí que compré el helado solo por comprar, más que por probar un buen helado. Incluso, pude haber pedido sabores diferentes, pero decidí recrear la misma experiencia de ayer.

Lo especial de ese helado fue que era algo especial diferente a la rutina, y por eso supo tan bien. =)

#anécdota