Trotenkaza

Visitando cada estación del metro de Helsinki (bueno, la mayoría)

El mes anterior, luego de almorzar en la cafetería universitaria, en vez de regresar a mi departamento le dije a mi amigo: "Oye, ¿y si visitamos todas las estaciones del Metro?". Como a mi amigo le gusta todo lo que tenga que ver con transporte público (los trenes son sus favoritos), su respuesta fue inmediatamente que sí.

Así que fuimos a la Estación Central (Rautatientori) y nos fuimos al extremo este, a la estación Mellunmäki. Este lugar de por sí es interesante, ya que es la estación de metro que se encuentra más al norte en el mundo entero.

Para que esto no demore más de lo necesario, tuvimos que planear bien el tiempo que estaríamos en cada estación. Aproximadamente exploramos entre 8 a 16 minutos, no solo la estación, sino los alrededores. Como estudiantes de intercambio, explorar lugares solo porque sí sonó como una de las mejores ideas que tuvimos en todo el semestre.

Mellunmäki no tenía mucho cerca de la estación, más que todo es una zona residencial. Así que fuimos a la siguiente parada, Kontula. Aquí vimos muchos clubes, restaurantes y bares. La estación de metro en ese entonces estaba pasando por remodelaciones, así que se veía un poco descuidada, pero en una visita reciente ya pudimos verla ordenada. =)

Como hay demasiadas estaciones, decidimos saltarnos las que quedan por el centro, porque ya nos la conocíamos de memoria. Esto lo dijimos mucho antes de llegar al centro, cuando estuvimos en Myllypuro. Aquí se pueden ver tulipanes, lo cual, siendo mi flor favorita, hace que me guste mucho más los alrededores de la estación. Tiene buena iluminación natural además, y varias tiendas cerca.

No hay mucho tiempo para descansar (ni para cargar mi celular en el metro), porque cada estación está a dos minutos de distancia usualmente. Entonces, apenas subía al vagón, tenía que buscar un enchufe para poder cargar mi celular que tal estaba en 18% de batería.

Cuando llegamos a Itäkeskus, fuimos al mall Itis a ver a una amiga. El viaje en sí fue divertido, porque en el camino nos encontramos a amigos. Hasta incluso nos encontramos a un chico de la universidad disfrazado de Hot Dog. Lo interesante aquí es que, al no haber un plan de por sí, todo lo que hacíamos era divertido y nuevo para nosotros.

En cierta estación, dejé de tomar notas en mi cuaderno sobre las peculiaridades que tenía cada estación. Principalmente porque el tiempo era muy corto y teníamos que apurarnos en hacer un tour.

Cerca de Kalasatama están los edificios más altos de la ciudad, así que por eso siempre recuerdo la estación, por el gran contraste que tiene con otras partes de la capital.

Estación tras estación, siempre había algo por ver, tal vez no sea una atracción turística de por sí. Pero ese no era el punto del viaje, solamente queríamos explorar y ver que había por ahí. Por ejemplo, en Ruoholahti hay incluso más tulipanes que en Myllypuro, y mi amigo neerlandés mencionó que se parece de alguna forma a su país (por algo lo llaman Little Amsterdam).

Y mientras más nos acercábamos a la zona C y más cerca estaba la noche, podíamos ver como cada vez había menos gente en las estaciones (como era de esperarse). Hicimos una parada para "cenar" un sándwich y una gaseosa, y continuamos con el viaje.

Cuando llegamos a la primera estación de la zona C quedé impresionado, y hasta ahora, considero que es la mejor estación de metro que visitamos, simplemente porque su diseño y lugar donde está ubicada genera un gran contraste con las demás estaciones.

Mi estación favorita fue Finnoo, porque cuando llegué ahí parecía algo directamente sacado de los backrooms. No había gente y el diseño de la estación era muy raro: escaleras mecánicas que parecían infinitas, un elevador diagonal (primera vez que me subía a uno), y lo que parecía ser un bosque sin edificaciones apenas salías.

De las 10 horas que pasamos viajando, Finnoo debió tomar más de una hora en explorar; se notó que teníamos preferencia para esa estación.

Luego de Finnoo, los alrededores de las siguientes estaciones parecían cada vez más vacías y sin gente. No ayudaba el hecho que la mayoría de negocios cerraba a las 20:00, y que para ese entonces yo estábamos cerca a las 22:00.

Cuando llegamos a Kivenlahti, caímos en la sorpresa que habíamos llegado con el último metro de la noche y ya no podíamos regresar por ese medio. A las 23:00 aproximadamente, tuvimos que tomar un bus de regreso, por suerte no demoró mucho. Para este entonces, ya había pasado más de 24 horas despierto, pero sin embargo, no me dormí en la trayecto; incluso a pesar que mi celular ya no tenía batería.

Este tour del metro fue una de las mejores actividades que hicimos y siempre la recordaré con cariño. Así que si hay un metro, tren, o algo interesante en tu ciudad, paseate por ahí con amigos, es un plan más divertido de lo que parece.


Cuando no hay planes en una salida con amigos, usualmente las actividades son más divertidas (al menos en mi experiencia). Espero tener una aventura así de divertida pronto. =)

¡Nos vemos (en el metro)!

#largo #viajes